Categoría: Proyectos

Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba

El pasado musulmán de la Córdoba califal, nos deja la herencia de una urbe que se desarrolla en el interior de un recinto amurallado, un intrincado laberinto de callejuelas que conforman el centro histórico de Córdoba.

Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa

Cuando nos solicitan el montaje de andamios en esta zona del casco histórico de la ciudad, la estrechez de sus calles nos lleva a proponer a nuestro cliente un andamio que ocupe una mínima anchura en una vía sin aceras en la que comparten el transito peatones y vehículos.

La solución de ¨pies estrechos¨ para el arranque del andamio la llevamos aplicando desde los años 80 del siglo XX, en aquella época instalábamos los andamios amarillos de escalerillas con un ancho mínimo de 1m y 1.85m de altura. El montaje de andamios en los centros históricos de las ciudades, que en su mayoría, las calles son vías estrechas y apenas cuentan con acerados o estos son inexistentes, conllevaba el corte de la calle al tránsito de los vehículos.

Ya en aquella época, desde la dirección de Alquiansa, se analiza la problemática y apostamos por buscar una solución que no hiciera necesario el corte de la calle al tránsito rodado. Se diseñan dos accesorios para la base del andamio: el primero, una escalera de ancho 0.40m x 1.85m de altura, el segundo, del mismo ancho que el primero se amplía en su parte superior a modo de ménsula hasta 1m, de este segundo elemento partirán los marcos de andamio que conforman la estructura.

De esta forma conseguimos dar respuesta a la movilidad de los vehículos en los cascos históricos, que en aquella época tenían vía libre para el acceso a todas sus calles siempre que por su anchura pudieran pasar por ellas.

Desde sus inicios en 1982, en Alquiansa apostamos por el diseño y desarrollo de estructuras especiales que cubran las necesidades de nuestros clientes. Dar respuestas a los problemas que pudiera generar la instalación de una estructura de andamios en la vía pública, la adquisición de nuevos sistemas de andamios europeos de marco y multidireccional en 1988, cuando en España aún no había fabricantes que los produjeran, el desarrollo de sistemas de postes de seguridad para el montaje del andamio en 1996 y la creación de un departamento técnico altamente especializado en el desarrollo y cálculo de las estructuras de andamio nos faculta para emprender cualquier proyecto por complicado que parezca buscando soluciones especiales y a medida de cada obra.

Plano del montaje del andamio de pie estrecho en una fachada del centro histórico de Córdoba.

Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa

Fotos del montaje del andamio de pie estrecho en una fachada del centro histórico de Córdoba.

Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa
Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa

El esplendor del Califato Cordobés – Al-Hakam II (11/01/915 – 16/10/976)

A principios del siglo X, en el año 912 es proclamado emir Abd al´Rahman III, más conocido como Abderraman III ( 7/01/891- 15-10-961)

Mestizo hispano-árabe, pues fue hijo, nieto y biznieto de cristianas navarras, tenía más sangre vascona que omeya, según los cronistas de la época, era de piel muy blanca, ojos azules y cabello pelirrojo que cubría con alheña para oscurecerlo, algo que intentó ocultar toda su vida. Esta nota anecdótica pero cierta, pretende poner en valor una de las épocas más prósperas e importantes de la historia de España y aun siendo protagonizada por gobernantes de credo musulmán, pero de origen hispano.

Córdoba llegará a convertirse durante este siglo, en el epicentro cultural y de poder, en la que convivían artistas, hombres de letras, médicos, científicos… No había otro enclave en la Península Ibérica, ni en parte musulmana ni cristiana, que albergase tanta magnificencia en sus dominios.

En sus 70 años de vida de los que cincuenta se dedicó a gobernar los territorios hispanos, primero como emir independiente hasta el año 929 en el que se proclamará como primer califa omeya de occidente.

Andamio de pie estrecho en una la fachada del centro histórico de Córdoba - Alquiansa

A Abderramán III, le sucede su hijo Al-Hakam II, al igual que sucediera con su padre, su madre es de origen navarro y su favorita que le daría a su sucesor también. Destacar de su fisonomía su pelo rubio casi pelirrojo con ojos grandes y oscuros, nariz aguileña, voz potente, piernas cortas, brazos largos y mentón saliente.

Con el comenzará el periodo de mayor esplendor registrado durante el gobierno del califato, fueron tan solo 15 años, entre 961 y 976, pero marcados por la paz en el interior de Al-Ándalus y por la convivencia entre religiones.

Se preocupará por el bienestar de sus súbditos, mantendrá el orden, erradicará la corrupción e integrará a la mujer en la vida pública y laboral.

El califato se basaba en la igualdad de todos los grupos étnicos y religiosos para acceder a los puestos de gobierno, acabando con la nobleza militar árabe, berberisca, eslava o de cualquier otro origen. El respeto a los cristianos, a los judíos y a la inmensa parte de la población, así como la constitución de una burocracia meritocrática y una clase media comercial y administrativa, fueron las bases de ese estado de bienestar.

En el exterior:

  • Mantuvo a raya a los reyes cristianos del norte cuyas crisis dinásticas colocaron al califato cordobés en una posición de supremacía, iniciándose un periodo de calma que durará hasta el año 974.
  • En el norte de África, luchó por frenar la expansión del califato fatimí llegando a controlar buena parte del Magreb hasta el océano Atlántico.
  • Contuvo en varias ocasiones los ataques vikingos que asolaban las costas europeas.

En cuanto a la arquitectura:

Córdoba se convirtió en la ciudad más importante de Europa tanto por su población como en el ámbito político y cultural. Era la primera ciudad de la Península que tuvo pavimentadas sus calles, alumbrado público nocturno y alcantarillado, que se distribuía mediante una red perfectamente organizada, algo extraordinario teniendo en cuenta la época.

Se dedicó a engrandecer la mezquita, realizando la ampliación más bella y con la decoración más rica al obtener de Bizancio bellos mosaicos enviados por el emperador de Constantinopla. Terminó las obras de construcción de Medina Zahara que años atrás había comenzado su padre, ciudad palatina que serviría para presidir recepciones solemnes y recibir a los embajadores.

Realizó reformas en el Alcázar y mandó construir castillos como defensa contra los reinos cristianos.

En la cultura y la ciencia:

Facilitó la llegada de sabios orientales perseguidos por el régimen de los Abasíes, difundió la cultura andalusí por el resto de España y Europa. El auge de la medicina se verá favorecido por la llegada de médicos orientales y se adapta la traducción de Dioscórides a la terminología botánica del Al-Ándalus. Fundó 27 escuelas públicas en las que se impartía una enseñanza gratuita a los niños.

Creó una biblioteca con más de 400.000 volúmenes que abarcaba todas las ramas del saber, con talleres de escribas dirigidos por Luna, secretaria de Al-Hakam II y Fátima ,que llegaría a concentrar en un arrabal a más de 170 mujeres copistas, lo que denota la importancia de la mujer en la transmisión de la cultura. Tenía agentes y ojeadores encargados de conseguir libros en oriente por muy caros que estos fueran.

EL ESPAÑOL – El investigador Eduardo Manzano, conocedor a fondo de la historia de Al-Ándalus, publica ‘La corte del califa’, donde retrata la gran época del califato.

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